Una vez más Virginia Viard ha demostrado que está inserta en la nueva normalidad no sólo de la moda sino de las consumidoras de su marca. Siendo el origen de esta firma una transgresora como Chanel, no es sorpresa que sus directores artísticos modernos lleven ese emblema en sus diseños, perpetuando espíritu rebelde pero femenino.
Esta colección inspirada en la zona de la Provence francesa pero con una fuerte impronta del punk y el rock, balancea de forma soberbia lo romántico, elegante y femenino de la firma y el lado rudo y salvaje propio de este movimiento musical.
Cuero, tul, redecilla, macramé, eslabones, tachas, flecos, se entremezclan con el tan característico Tweed chanelino, las gasas y sedas propias de la alta costura y la confección magistral que da forma a la silueta femenina elegante de la casa francesa.
Camisetas estampadas debajo de trajes sastre, medias de redecilla para acompañar vestidos pret-a-porter, accesorios con una impronta muy underground y urbana, siluetas adaptadas a la pasarela urbana y al diario hacer de mujeres que llevan una nueva normalidad en un sentido más integral, donde el día y la noche se mezclan con lo laboral y lo social sin mucho preámbulo.
Moderna, fresca, impredecible, son algunas de las características de esta colección que augura una nueva etapa para la «maison» mucho más cercana al público joven y adaptada a una sociedad que se ha acostumbrado al disfrute de lo efímero, del aquí y ahora y se viste conforme esta realidad.
Una paleta muy marcada por los neutros blanco y negro, con las justas y necesarias pinceladas de color que le aseguran a cada prenda una atemporalidad propia del habernos acostumbrado a no planear nada «por si acaso». Una mujer femenina, fresca, que no se deja avasallar por ningún contexto hostil.
Fuente: Buho Moda para Indumentaria Online