Palpó las telas, las olió, observó la opacidad de los hilos. Era mi tía Graça Faria, una modista virtuosa. Iba a la feria de Barcelos, los jueves, buscaba en la carpa de otra tía, en Barcelinhos, al otro lado del río Cávado, la tela para adaptarla a un traje que había trazado en hojas de papel, y entonces, a veces , me gustaría que la acompañara a almorzar a la ‘bagoeira’ junto con su abuelo Faria, cuenta Joao Barcellos.
La creación del disfraz es generar estilo para otra(s) persona(s) y, en el caso de mi tía, creaciones personalizadas entre lápiz y papel, tela y aguja y, luego, la costura en el pedaleo rítmico de la ´cantante´.
Desde el pantalón y el vestido hasta el conjunto falda-chaqueta, pasando por el vestido de novia, pasando por la lana en la configuración de prendas de abrigo, actuó con una ingeniería plástica a cada tijera involucrada en estudios previos, y solo pedaleó la ‘cantante’ en la definición definitiva. Era la poética textil en su mejor alegoría de la ‘facción’ familiar, ya que todo transcurría entre generaciones.
Por eso en la moda, la modista tenía la importancia que hoy se le da al sector del diseño de moda, porque todo era (y es…) tecnología orientada a “la comunicación visual a través del corte y estampación de tejidos e hilos que visten a la persona”. ”, como le gusta decir al poeta J. C. Macedo. Y todo allí, en el estudio de la tía Graça, fue para mí una puntada poética que me ayudó a entender el arte de hacer moda.
Hoy, todavía encuentro a la modista, aquí y allá (como allá en el caruaru muy brasileño, entre alfareros y textiles), más en la reparación de ropa que en la confección de moda, lamentablemente.
En mi familia, la mujer era/es multifuncional y siempre matriarca: todo para la familia y para su propia vida: desde la alimentación hasta el cuidado de la salud de los ‘niños’ y ‘niñas’, de la costura al tejido; Recuerdo que cuando fui a la vida militar recibí una chaqueta que me cabía a dos joens, y apenas aprendí a hacer la guerra tomé la chaqueta que mi madre ajustaba entre tijeras e hilos y agujas, en El domingo por la mañana, mi descanso en la guerra, y allí regresé como un guerrero encantado como si el ‘enemigo’ estuviera asustado por el nuevo disfraz militar de rompecorazones… Hoy, mi hija Johanne, que es médica y poeta, también es experta en tejido, y muchos de sus pacientes ‘niños’ y ‘niñas’ reciben obsequios como gorros y guantes de colores.
Pues bien, y todo me lleva a esa tía mía que soñaba con el mundo entre telas, hilos, agujas y tijeras, ah, y la ´cantadora´, allá en la finca Abade-de-Neiva, donde un albañil me dejó mear en el mundo tallado en el costado de un banco de piedra…!
Sobre Joao Barcellos : Escritor, investigador de historia y conferencista. Autor de varios libros sobre comunicación visual e historia luso-americana.
Fuente: Multiservicios para Indumentaria Online
