Incluso antes de que el coronavirus perturbara los mercados financieros, desbaratara las cadenas de suministro y aplastara la demanda de los consumidores en toda la economía mundial, los líderes de la industria de la moda no eran optimistas respecto del año 2020. La industria ya estaba “en alerta máxima” y los ejecutivos expresaron pesimismo en todas las geografías y puntos de precio en el informe anual de The Business of Fashion y McKinsey, El Estado de la Moda 2020, publicado a finales del año pasado. Pero en unos pocos meses el panorama de la moda se ha vuelto dramática y repentinamente más sombrío. Como industria, ahora estamos en alerta roja.
Esta imprevisible crisis humanitaria y financiera ha hecho que las estrategias previamente planificadas para el 2020 sean redundantes, dejando a los negocios de la moda expuestos o sin rumbo mientras sus líderes se enfrentan a un futuro desorientador y los trabajadores vulnerables se enfrentan a dificultades y a la indigencia. Con esta actualización especial del virus Coronavirus para el Estado de la Moda 2020, hemos adoptado una postura sobre cómo será nuestra “nueva normalidad” después de este evento del cisne negro, analizando encuestas, datos y entrevistas con expertos para proporcionar información a los profesionales de la moda cuando se embarquen en el período de 12 a 18 meses después de que se asiente el polvo.
Una vez que el polvo se asiente
Navegar por esta incertidumbre no será fácil para los líderes de la moda. Los jugadores deben ser decisivos y empezar a poner en marcha estrategias de recuperación para salir con energía renovada. La crisis es un catalizador que llevará a la industria al cambio, ahora es el momento de prepararse para un mundo post-coronavirus.
Los cinco temas que marcarán la agenda una vez que se asiente el polvo son:
- Instintos de supervivencia
La recuperación de la pandemia coincidirá con un mercado en recesión, lo que obligará a los actores de la moda a aumentar la planificación de la resistencia y a adaptar sus modelos de funcionamiento. Las empresas que sobrevivan a la crisis inmediata habrán realizado intervenciones audaces y rápidas para estabilizar su negocio principal antes de buscar nuevos mercados, oportunidades estratégicas y futuras bolsas de crecimiento en una industria mundial de la moda que está experimentando una transformación drástica.
- Mentalidad de Descuento
A medida que los grandes descuentos asedian a los minoristas durante el resto del año 2020, la cultura de las compras a precios de ganga que se ha ido desarrollando a lo largo de una década se verá exacerbada por el aumento del anti-consumismo, el exceso de existencias y los consumidores con falta de dinero que buscan comerciar a precios más bajos o recurrir a canales de descuento. Para llegar a los consumidores cada vez más frugales y desilusionados, las marcas deben encontrar formas ingeniosas de recuperar el valor y replantearse su misión comercial más amplia.
- Escalada digital
El distanciamiento social ha puesto de relieve más que nunca la importancia de los canales digitales y los cierres han hecho que lo digital se convierta en una prioridad urgente en toda la cadena de valor pero, a menos que las empresas amplíen y refuercen sus capacidades digitales en la fase de recuperación de la crisis, sufrirán a largo plazo. Los consumidores seguirán demandando más en este espacio y las marcas deben actuar con rapidez para cumplir.
- Shakeout darwiniano
La crisis sacudirá a los débiles, envalentonará a los fuertes y acelerará el declive de las empresas que ya estaban en dificultades antes de la pandemia, lo que dará lugar a olas masivas de consolidación, actividad de fusiones y adquisiciones e insolvencias. Para asegurar su futuro, las empresas deben adaptarse al nuevo entorno del mercado evaluando las oportunidades de desinversión y adquisición para fortalecer su núcleo y capturar los espacios en blanco que surjan de la reorganización.
- Imperativo de la innovación
Para hacer frente a las nuevas restricciones, mitigar los efectos perjudiciales de la pandemia y adaptarse a los cambios económicos y de los consumidores, las empresas deben introducir nuevas herramientas y estrategias en toda la cadena de valor para que su negocio esté preparado para el futuro.
Fuente: Expotextil News