En mi rol de coordinadora de la Tecnicatura de Diseño de Indumentaria de la UB, en el año 2009 realicé un ajuste en el Plan de Estudios de la carrera, para que el Proyecto Social sea una “obligación académica”.
El objetivo es que los estudiantes se motiven a través de la articulación de contenidos académicos en el marco de un propósito solidario, logrando así un aprendizaje basado en un proyecto concreto en el que participan alumnos, docentes, ONG’s y empresas.
Los alumnos son los encargados de diseñar una prenda o accesorio , los docentes trabajan junto con los estudiantes en el fortalecimiento de sus responsabilidades solidarias y los guían en la concreción del producto final a través de los contenidos de cada materia involucrada.
La empresa es la donante de la materia prima.
La ONG recibe y entrega los productos al sector de la comunidad al que acompaña y ayuda.
Durante todos estos años desarrollamos este proyecto, lo sostuvimos en el tiempo, aún en pandemia y pudimos cumplir los siguientes objetivos:
- Generar el ámbito para poner en práctica una experiencia social.
- Salir de la burbuja académica para ubicarnos en la realidad política y social de nuestra comunidad.
- Romper con la resistencia inicial que presentan los alumnos ante una propuesta que en un principio creían que los apartaba de cierta idea preconcebida acerca de lo “fashion”, y confrontarlos con la práctica de los conocimientos aprendidos puestos en funcionamiento a partir de un usuario real, con necesidades reales.
A través de este proyecto intentamos que los estudiantes encuentren oportunidades de comprometerse con distintos estratos de la sociedad durante su período en la Universidad para que luego puedan seguir haciéndolo como profesionales ya formados.
El proyecto de este año se realizó en el marco de la materia “Accesorios”.
Consistió en el diseño de un cambiador de bebé con descartes textiles, para que las participantes del programa “Hilando Familia y Trabajo” de la Fundación Pilares puedan replicarlo.
A diferencia de años anteriores, el valor agregado del “Proyecto Social 2022”, fue la vinculación de los estudiantes con las costureras de sectores en situación de vulnerabilidad socio-económica.
El 15 de junio nos reunimos en la UB, estudiantes, docentes, Valeria Vivani, Coordinadora Institucional, Sebastián Alliger, Coordinador del Programa “Economía Social y Solidaria”, César Vizgarra, Capacitador en costura de las chicas del Programa HFyT de la Fundación.
Nuestras alumnas presentaron sus diseños y enseñaron a hacer el paso a paso de los cambiadores.
Destaco el compromiso y dedicación de las alumnas : Mirna Moya, Tatiana Osuna y Micaela Tardío. De las docentes responsables del proyecto: Laura Galvano, Magdalena Freitas y Laura Ludueña
La empresa Santista Textil , donante de la materia prima.
Por último, quisiera referirme brevemente al impacto personal que me produce sostener este proyecto a lo largo del tiempo.
El intercambio con los alumnos, docentes, las empresas involucradas, las fundaciones y la Universidad me demuestran con hechos concretos que no estoy sola, sino que, a pesar de las enormes dificultades, cada uno desde su lugar particular es capaz de operar un pequeño cambio en aquellas realidades que nos hacen sentir incómodos o desconformes con el mundo en que vivimos.
Cada año, esta experiencia no hace más que estimularme para continuar en el mismo camino, recorriendo otros senderos aún no explorados y aspirar a que cada vez sean más los que tengan la inquietud de desarrollar sus habilidades mirando también a los que tienen menos oportunidades.
“La pregunta más urgente de nuestra vida es qué hacemos por los demás” –Martin Luther King – Premio Nobel de la Paz
Fuente: Arq.Karina Fleider para Indumentaria Online
