La industria textil argentina atraviesa una crisis sin precedentes.En el primer trimestre de 2025, las importaciones de ropa aumentaron un 86% en volumen respecto al mismo período de 2024. A esto se suma un incremento del 109% en los textiles para el hogar, según datos de la Fundación ProTejer. Pero lo más preocupante es el derrumbe de precios: el valor promedio por kilo de indumentaria cayó un 26% en relación al año pasado, el nivel más bajo en más de una década.
La industria textil argentina enfrenta una crisis severa a raíz de un fuerte incremento en las importaciones. Según datos de la Fundación ProTejer, en el primer trimestre de 2025 ingresaron al país volúmenes récord de ropa, textiles para el hogar y tejidos de punto. Esto se dio en el marco de una política de desregulación comercial que elimina barreras de ingreso y favorece la competencia desigual con productos del exterior.
Las cifras son elocuentes: las importaciones de indumentaria aumentaron un 86% interanual en volumen y los textiles para el hogar un 109%. Sin embargo, el valor promedio por kilo de ropa cayó un 26% respecto a 2024, alcanzando su nivel más bajo en al menos once años. En el caso de los tejidos de punto, se registró un aumento del 155% en volumen importado, mientras que el valor en dólares creció apenas un 79%, con precios FOB un 45% inferiores al promedio de la última década.
Detrás de este fenómeno hay tres factores clave: la desregulación comercial interna, los excedentes globales derivados de la caída de la demanda en Asia y una política económica local que favorece las importaciones. La apreciación del peso argentino, combinada con la reducción de aranceles, hizo que los productos del exterior sean cada vez más baratos en el mercado local.
El resultado es alarmante, el 67% de las prendas consumidas en el país son importadas, el porcentaje más alto registrado. Esta situación se traduce en cierres de fábricas, pérdida de empleos y debilitamiento de la cadena productiva nacional. La Fundación ProTejer advierte que sin una estrategia industrial sostenida y políticas activas para fortalecer la producción local, el futuro del sector textil argentino corre serio riesgo.
Fuente: Diario Mendoza/Indumentaria Online