Desde los albores de la historia de la moda, los plisados formaron parte de las habituales intervenciones que se han realizado a los textiles.
Los schentis egipcios, el peplo griego, las secretas técnicas que utilizo Mariano fortuny, el famosísimo vestido que lució Marilyn Monroe en el film La comezón del séptimo año, Realizado por el diseñador William Travilla, y las geniales experimentaciones de Issey Miyake, dan cuenta de ello.
En algunos casos, como en los vestidos de la Belle Epoque, se han plisado los volados y también las enaguas para suavizar las marcas que dejaban entrever los armados que tenían flejes metálicos.
Es posible plisar materiales de origen natural como algodón, lana lino, seda, cuero etc. Pero los resultados no son permanentes, en cambio con la incorporación de los materiales sintéticos al área de la moda, sobre todo los que contienen poliéster, los plisados lograron ser permanentes gracias al tratamiento térmico, ya que el proceso de calor ingresa hasta el corazón de las fibras.
Existen una variedad de métodos para realizar plisados y podemos dividirlas en tres grupos:
Los realizados a maquina, los realizados con moldes de cartón y los artesanales.
Las maquinas plisadoras utilizan el sistema de pliegues paralelos regulares o irregulares que por medio de engranajes generan plegados de diferentes profundidades que se fijan posteriormente con calor, se pueden plisar piezas de tela enteras, también pequeñas prendas o pañuelos como es el caso del famoso Carré de Hermés que ha plisado la casa Lognon durante decadas.
Los plisados realizados con moldes utilizan el método de sándwich, poniendo la tela en medio de dos cartones plegados idénticos para que la tela tome la forma de los mismos, después de esto se colocan en un gran calentador cerrados a presión un promedio de tres horas, siempre dependiendo del tipo de material a una temperatura aproximada de 80 grados centígrados.
Estos se realizan sobre tejidos de pequeña y mediana dimensión ya que se manipulan sobre mesa,
Estos cartones son perfectos origamis orientales, algunos de los que he tenido la suerte de ver en mi visita al taller de Gerard Lognon, tienen 100 años de antigüedad y todavía hoy siguen usándolos.
Aquí Monsieur Lognon y sus asistentes nos muestran los pasos de esta técnica artesanal
Y finalmente, los plisados realizados de manera artesanal, sin maquinas ni moldes, estos son absolutamente experimentales y tienen el concepto de pieza única, se realizan con variadas técnicas entre las que se encuentran torsión, arrugado, craquelado, anudado etc.
Técnica que logra dar al textil un aire poético de textura, imitando cortezas de árbol, olas de mar, corales marinos, hojas secas de otoño, etc.
Estos plisados son especiales para viajar, enrollar y guardar en una valija, esta técnica hace de ellos los nuevos básicos, con los cuales podemos recorrer el mundo sin preocuparnos por planchar.
La vestimenta egipcia realizada en muselina de lino de finura arácnea, se ha plegado plisado y ondulado de manera artesanal, con procedimientos no permanentes, Se formaban primero los pliegues a mano y luego se retorcía, se mantenía así durante algunas horas y se fijaban probablemente con almidones del las mismas semillas de lino, se presume que las túnicas del período jónico estaban plisadas del mismo modo.
En sus inicios en la técnica Mariano Fortuny realizaba los plisados de manera totalmente artesanal, El vestido Delphos, 1911 inspirado en los chitones griegos significó una revolución para la moda ya que estos vestidos debían usarse sin ropa interior, liberaba al cuerpo de toda atadura y rigidez, la mundialmente conocida bailarina Isadora Duncan era una de las que se atrevió a usarlo.
En general las telas se plisan con anterioridad a la confección, pero Issey Miyake con su equipo comenzaron a desarrollar la idea de confeccionar las prendas primero y luego plisarlas, esta es la base de la línea Pleats Please, Método que los técnicos plisadores de aquellos años consideraban una herejía. hoy ellos mismos comentan que solo cuando el trabajo artesanal interviene, se produce la magia y la poesía del alma del artesano que se incorpora a la prenda, técnica que abre las puertas al diseño de plisados del S XXI.
Para moverse con soltura o para bailar como los han usado el japonés Issey Miyake para el coreógrafo neoyorkino William Forsythe, o como la diseñadora danesa Charlotte Østergaard ha puesto recientemente en el ballet Libertad en el que las prendas acompañan o determinan los movimientos de los bailarines.
Un ejemplo en el que el plisado trasciende la moda es el de la empresa Danesa Le Klint, especialistas en iluminación, que han logrado piezas escultóricas decorativas y utilitarias a la vez,
En las cortes faraónicas, el cine, el ballet, de la mano de artesanos, investigadores, diseñadores y decoradores, los plisados fueron, son y seguirán siendo una muy buena elección.
Bonus Track, No te pierdas el próximo seminario de plisados artesanales de Gabriel Lavaselli.
Mail: lavaselligabriel@yahoo.com.ar
Por Gabriel Lavaselli Rodríguez, Diseñador y docente.
Fuentes consultadas
www.museodeltraje.mcu.esMariano Fortuny y Madrazoarticulo deMª del Mar Nicolás Martínez
Pleats Please, Issey Miyake, Ed. Taschen.
Issey Miyake, Mark Holborn, Ed Taschen
20.000 years of fashion, Francois Boucher Ed. Abrams.