Conscientes de que la probabilidad de morir de éxito no es tan disparatada como podría parecer, la pareja de diseñadores Carol Lim y Humberto Leon han tratado de trascender el hit claro y concreto para la temporada primavera-verano 2014. La inspiración de la colección, el agua, se ha plasmado de tantas maneras que es difícil localizar un solo fetiche, al margen de un discreto print de escualos con muchas posibilidades.
Los diseñadores reinterpretan los colores y el movimiento del mar a través de una serie de estampados arty un tanto abstractos pero reconocibles, que parecen convertir las prendas por momentos en lienzos en blanco que han sido intervenidos con rotuladores y lápices de manera casi espontánea.
Las siluetas son lo suficientemente modernas como para hacer deseables las prendas, pero no tanto como para traspasar la frontera de lo entendible. Un territorio un tanto difuso, pero que ellos llevan años explorando a través de Opening Ceremony. La gama de los verdes y los azules, dominantes a lo largo de toda la colección, se ha rematado con una serie final de color fresa que, aunque un tanto surreal, no podía ser más inspiradora.
