La utilización de combustibles fósiles para elaborar filamentos sintéticos, de a poco degradó el clima, la salud humana y los ecosistemas. Agravándose al lavar los textiles durante el período de su vida útil, ya que cuando el agua se desagota, libera microfibras plásticas que llegan a ríos y mares. Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Estos factores motivaron a crear soluciones viables para hacerle frente a la crisis climática que atravesamos. Muchas propuestas surgieron de forma espontánea, y otras, por ideas consensuadas entre ciudadanos y empresas privadas. Por otro lado, en algunas ciudades se llamó la atención del sector político, a niveles que se logró la suficiente presión para poner el tema en agenda y accionar.
En octubre de 2022, abrió el primer Centro Verde de Telas de Argentina, en la ciudad de Córdoba. Ubicado en la Av. Agustín Tosco 9561, en el Barrio 1° de Mayo. “Todo lo recolectado se transforma en insumos gratuitos para proyectos de emprendedores circulares de la ciudad”, informó la Municipalidad.
Allí se recolectan telas donadas por 88 empresas y vecinos. Los textiles que llegan se seleccionan por peso, textura, tamaño y color. Una vez clasificadas, se redistribuyen en forma gratuita a emprendedores y organizaciones para elaborar distintos productos. Hasta marzo de 2023 el registro marcaba 5,6 toneladas de residuos textiles recuperados.
La moda sostenible y la economía circular, son instrumentos para brindar oportunidades y operar dentro de los límites planetarios, formar productores y consumidores inteligentes y fortalecer una cadena de valor transparente, para provocar el cambio sistémico.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) tiene como objetivo proporcionar liderazgo, desarrollar conocimientos y soluciones de frente a una cadena de valor textil sostenible y circular. Y al mismo tiempo, se hace una gestión adecuada de productos químicos. Esto contribuirá a acercarnos a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente el Objetivo 12 sobre consumo y producción responsables.
Fomentar la práctica de la circularidad es un esfuerzo de toda la cadena de valor que incluye la etapa de diseño y fortalece el intercambio global de conocimientos. Es relevante en el sector elaborar y proveer de guías a empresas y consumidores, para poder tomar decisiones informadas y adaptarse al cambio climático.
Fuente: Alejandrina Molinero
Fashion Network/ ONU – Programa Medio Ambiente/ @cba24n.com.ar