Luego de semanas de protestas y el pedido de los feriantes, la Justicia ordenó la apertura de las ferias que componen La Salada. Deberá haber un veedor judicial, de la Municipalidad y de ARCA (ex Afip) pero todavía no hay fecha definida para la reapertura, aunque según pudo saber Clarín pretenden que sea este fin de semana.
La solicitud había sido presentada por dos abogados vinculados a la feria Urkupiña pero el juez federal Luis Armella decidió levantar la clausura también en Ocean y Punta Mogote al considerar el perjuicio económico para los miles de trabajadores afectados.
Se cree que hay más de 50 mil personas vinculadas al funcionamiento de las ferias con trabajos formales e informales que se vieron afectados por el cierre en medio de una investigación por evasión fiscal, asociación ilícita, lavado de activos y comercialización masiva de productos con marcas adulteradas o falsas.
Los puestos están registrados en las empresas Punta Mogote S.C.A., Urkupiña S.A., Cooperativa Ocean y Megapolo La Salada.
Las condiciones para la reapertura
Ahora, y como condición para la reapertura, Armella delegó en la fiscal Incardona la fecha y ejecución de la medida. También dispuso la «prohibición de innovar sobre los activos de las sociedades».
Las ferias volverán a funcionar pero intervenidas. Tendrán 90 días para designar uno y que suplante a la administración actual con el objetivo de «regularizar la situación fiscal, llevar registro contable, realizar inventarios, analizar pasivos, determinar vinculaciones con otras empresas e informar mensualmente sobre ingresos y egresos de dinero».
También deberá garantizar que estén registrados inquilinos y puestos alquilados, y que se instalen sistemas bancarizados en los predios que solo podrán cobrar bajo esa modalidad.
El fallo ordena que haya intervención del Municipio de Lomas de Zamora, del Ministerio de la Producción de la Provincia de Buenos Aires, de ARBA, del Banco Provincia, del Ministerio de Seguridad y de Arca para fiscalizar los movimientos, realizar controles y la «transparencia».
El Sindicato único de Trabajadores de Ferias de Argentina presentó un «amicus curiae» a través de sus abogados, en el que pedían el levantamiento de la clausura para «garantizar condiciones de trabajo dignas y asegurar la continuidad laboral de un colectivo que supera los 48.000 feriantes, número que se triplica si se consideran las actividades conexas —como las desarrolladas por carreros, puestos de alimentos, remiseros, entre otros—, muchos de los cuales se encuentran en situación de vulnerabilidad y dependen de esta actividad como medio principal de subsistencia propia y de sus familias».
Ese pedido también fue tenido en cuenta por Armella en su resolución. No bien se conoció la medida, puesteros de todas las ferias se acercaron a La Salada con la urgencia de la desesperación: muchos perdieron mercadería, otros improvisaron puestos en las calles, otros migraron a La Dulce, otra mega feria cercana y otros a Flores.
Fuente: Clarín