Mike Redwood pregunta si deberíamos aceptar zapatos que se desintegren después de algunos años u optar por calzado bien diseñado, hecho con cuero que se pueda mantener y reparar fácilmente.
Cuando compras un par de zapatos, ¿cuánto tiempo esperas que duren? ¿Un año, tres años o incluso más? ¿Los limpia y los lustras con regularidad, reparando las rozaduras, o dejas que muestren todo el desgaste y los golpes? ¿Los llevas a reparar si la suela se desgasta o empieza a separarse? ¿Reemplazas una plantilla desgastada? ¿Hay rangos de precio que actúen como disparadores en estas decisiones, o construcciones de las que tiene diferentes expectativas?
Longevidad en el uso
Dado que la longevidad es una característica muy promocionada del cuero, es necesario formular estas preguntas y responderlas.
El consumo en EE.UU. es de unos siete pares por año, Japón de seis, mientras que China se queda atrás en tres e India está más cerca de dos. Los datos estadísticos sugieren que alrededor del 33% son de cuero y la producción anual mundial de todo tipo fluctúa entre 22 y 24 mil millones, habiendo disminuido durante la pandemia.
Otras cifras indican que la producción mundial está más cerca de 15-19 mil millones. Cualesquiera que sean los números exactos es probable que crezcan con el tiempo y creen un problema de “fin de vida” más grande que cualquier otra área en la que se use cuero.
Si bien los estudios de Ciclo de Vida (LCA) en la industria del cuero todavía están luchando para que se excluya lo contribución correspondiente a la crianza del ganado, los LCA que incluyen el uso de por vida, el mantenimiento, la reparación, la renovación y el final de la vida útil aún no se han abordado.
Esto es decepcionante, ya que es vital en el pensamiento de la economía circular.
No es apropiado que miles de millones de pares de zapatos sean tirados en vertederos.
Por lo tanto, debemos considerar el viaje que hace el zapato en el camino a su destino final. ¿Cómo es que los zapatos de plástico de aspecto triste como Crocs se lavan en todas las playas remotas del mundo?
Crecí en un mundo donde las opciones y el dinero eran limitados.
Las zapatillas Plimsoll, o deportivas de tela, eran las zapatillas deportivas y se jugaba al fútbol, al rugby y al cricket con botas de cuero que había que mantener limpias. Había una sesión familiar semanal de lustrado y todos los zapatos con tacos o puntas desgastados se ponían en nuestra horma y se martillaban con un martillo de tamaño adecuado.
El concepto de eliminación implacable de artículos no deseados era un concepto desconocido.
Desintegración plástica
Recientemente, cuando llegó la pandemia de Covid y no pudimos salir de nuestras casas más que para una caminata diaria, decidí sacar mi pequeño inventario de calzado y ponerlo en uso. Tenía bastantes pares de más de 10 o 15 años que rara vez se usaban, a menudo porque nos habíamos mudado de país y nuestro estilo de vida había cambiado.
Lo primero que saqué fue un par de zapatos urbanos forrados con Goretex que no había usado mucho y que me parecieron demasiado cálidos para usar durante un día completo de trabajo, pero pensé que serían excelentes para recorrer nuestro pueblo en el campo.
Después de solo dos millas, estaba en problemas ya que la suela sintética había comenzado a desintegrarse y había desaparecido por completo cuando llegué a casa.
Un hermoso par de sandalias que me regalaron en 2008 en Pakistán los empecé a usar con el clima cálido, pero su ribete de plástico se deshizo cuando me las puse.
Y así continué, con otros zapatos, hasta llegar a mis viejos Rockport Dresports, que aún se pueden usar perfectamente.
El plástico, en particular, lucha por sobrevivir al uso frecuente y, si no se toca, pronto se autodestruirá. En un curso para conservadores, aprendí que si desea conservar un artículo de plástico, hay que mantenerlo frío y en la oscuridad, mejor en un refrigerador.
La actual presidenta de Leather Naturally, Debbie Burton, quién también trabaja en la en el grupo curtidor Pittards, escribe sobre un cliente que encontró un viejo par de zapatos de golf sin usar. Tenían una etiqueta colgante de Pittards, así que escribieron para preguntar si todavía estaría bien usarlos. Los detalles de la etiqueta identificaban que eran de 1995, por lo que le dijeron que el cuero estaría bien.
Pero en el primer uso, las suelas fallaron de inmediato. Por suerte encontró a alguien que pudo cambiar la suela y ha podido seguir feliz jugando con ellos.
Para aquellos que coleccionan fanáticamente zapatillas de deporte, a menudo con colecciones de cientos de pares, escuché que ellos también han descubierto que los modelos de los 90 se desintegran (a menos que hayan encontrado espacio en su refrigerador, supongo) por lo que el cuero ha regresado como el material preferido en esa importante categoría coleccionable.
El cuero gana sin duda
En 2011, Pete Lankford, director de diseño de Earthkeepers y la empresa Timberland Boot, señaló que “si bien hay muchas cosas de las que preocuparse en el proceso de fabricación del cuero, desde los recursos que se utilizan para la crianza del ganado vacuno hasta los procesos industriales en las curtiembres , los productos resisten el paso del tiempo”.
“El cuero gana indiscutiblemente sobre cualquier cosa que se te ocurra”, dijo Lankford. “Si puede comprar un par de botas que duran el doble que una alternativa sintética, terminará causando la mitad del impacto ambiental a largo plazo”.
En cambio, el crecimiento incesante del calzado que no es de cuero ha continuado, ayudado por los aumentos y caídas salvajes y erráticos en los precios del cuero, y no ayudado por algunas predicciones irreflexivas a largo plazo que parecen haber sido utilizadas como amenazas de marketing.
A China le resultó difícil capacitar y retener buenos cortadores de cuero, mientras que los que cortaban sintéticos eran más baratos y mucho más rentables en la producción de calzado en un momento en que los costos crecientes comenzaban a hacerlos no competitivos, a pesar de su enorme escala y ventajas logísticas. Una gran cantidad de la producción de calzado de cuero se mudó a otros países que dieron ventajas para la fabricación, tales como India y Portugal.
Durante un tiempo, escuchamos que los zapatos de cuero que cuestan al consumidor más de 80 € deberían ser reparables. Quizás ahora la industria requiera tener objetivos más ambiciosos y deba buscar diseños que permitan reparar todo tipo de calzado de cuero. Toda una declaración para hacer.
Fin de la vida útil
El final de la vida útil eventualmente llegará con menos opciones para reutilizar que otros artículos en los que se usa cuero. Parece que para recuperar el calzado usado , se requerirá algún tipo de desmontaje. Ambos son más fáciles de decir que de hacer, especialmente si se mira más allá de los mercados minoristas maduros.
Las cosas se simplificarían si todo el calzado pudiera hacerse biodegradable con un buen estándar (por ejemplo, la conversión de >90 % del material original en CO2, agua y minerales mediante procesos biológicos en seis meses o menos).
En esta etapa, se deben hacer preguntas sobre la idoneidad del cuero curtido al cromo para encajar alguna vez en los diversos conceptos circulares.
Una gran pregunta, dada la lentitud con la que la industria del curtido ha adoptado los curtidos libres de cromo disponibles: y cuanto más se mira, más claro está que la excusa del costo no es la razón en absoluto.
Entonces, la pregunta de cuánto debe durar un par de zapatos se responde con más preguntas, y todas son difíciles.
Pero se necesita discutir este punto y responder las preguntas, ya que serán repetidas una y otra vez en los próximos meses y años.
Fuente: La publicación y los derechos de autor de “Redwood Comment” pertenecen a los editores de International Leather Maker. Los artículos no pueden ser reproducidos de ninguna manera sin el permiso expreso del editor.
Nota del editor: esta nota fue publicada en ILM el 11 de enero de 2023.
Traducción: Patricia Casey , Tecnología del Cuero, con autorización de Mike Redwood